Relatores especiales de la ONU

Segundo diálogo entre la sociedad civil, gobiernos locales y relatores especiales de la ONU

"Consideramos que nuestras recomendaciones son globales y se dirigen a todo el Estado, pero se basan en lo que vemos a nivel local”.

“Creo que para esta red y este grupo de actores, la capacidad de organizarse es la clave de todo, organizar estas arterias especiales de envoltura”.

“Creemos que las redes de la sociedad civil pueden desempeñar un papel fundamental en la reducción de esta brecha de accesibilidad, en particular para hacer que el trabajo de los relatores especiales sea más accesible a los grupos comunitarios en términos de herramientas de compromiso y lenguaje”.

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Reviva la experiencia de #CitiesAreListening

Contexto

Tras una primera mesa redonda celebrada en diciembre de 2020, la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad (GPR2C), la Coalición Internacional para el Hábitat (HIC) y Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) celebraron un segundo diálogo el 3 de febrero con Relatores Especiales de la ONU, representantes de organizaciones de la sociedad civil y gobiernos locales y regionales como parte del proceso #CitiesAreListening. El objetivo de estos eventos es fomentar las conexiones entre los actores y las distintas temáticas, para identificar prioridades compartidas y reforzar los esfuerzos colectivos en defensa de los derechos humanos.

La pandemia de la COVID-19 ha intensificado las crisis en ámbitos como la emergencia climática, el acceso a los alimentos, los niveles de pobreza extrema, las desigualdades y la proliferación de casos de violencia contra mujeres en todo el mundo. También ha afectado de forma desigual a los derechos humanos y a la capacidad de protegerlos en todos los continentes. La ONU publicó estadísticas que evidencian que los países menos desarrollados se han visto más afectados por la muerte, el cierre de escuelas, la libertad de movimiento, y no todos se beneficiaron de las mismas respuestas humanitarias.

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC), que engloban a las ONG, las organizaciones comunitarias, el mundo académico y otros tipos de asociaciones, constituyen un tercer sector que coexiste e interactúa con el Estado y el sector privado. Las Naciones Unidas tienden a trabajar con OSC relacionadas con ONG (inter)nacionales que tienen capacidad suficiente para gestionar grandes proyectos de desarrollo, pero están diversificando sus asociaciones para promover enfoques centrados en el contexto de los problemas locales. Para ello, han creado un estatus consultivo en el Consejo Económico y Social (ECOSOC) que permite a las ONG acceder a las herramientas de derechos humanos creadas por las Naciones Unidas. Además, se ha creado el Fondo de la ONU para la Democracia (UNDEF) para apoyar proyectos que fortalezcan la sociedad civil. En este sentido, los gobiernos locales tienen un papel fundamental a la hora de orientar a las OSC hacia los mecanismos de la ONU y de hacer cumplir los cambios que puedan discutir las organizaciones de derechos humanos.

200

millones de niños en edad escolar viven en 31 países con ingresos bajos y medios, que no están preparados para implementar el aprendizaje a distancia en futuros cierres por emergencias de las escuelas

15

veces más dosis de vacuna COVID-19 per cápita recibidas por los miembros del G20 que los países del África subsahariana

Desafíos

Los gobiernos locales deben proporcionar fondos a las organizaciones de base para que puedan poner en marcha sus proyectos, pero también mantener relaciones de confianza para poder confiar en los datos que pueden aportar para mejorar y crear políticas adaptadas a territorios concretos.
La violencia doméstica aumentó y nos concierne a todos, incluyendo instituciones públicas, privadas y del tercer sector. Es imperativo actuar a través de la prevención (sistemas de educación, mejor seguimiento de estas situaciones) o de la regulación (espacios seguros para las víctimas, ley para castigar la violencia). Toda la sociedad es responsable de esta violencia y debemos pasar de un modelo de dominación a una normalización de la igualdad, la paz y la cooperación.
Hay una falta de entendimiento en torno a la estructura de los gobiernos locales, lo que puede impedir que otras organizaciones colaboren con ellos. Lo mismo ocurre con las redes superpuestas de ciudades, personas o gobiernos. Hay que identificar mejor los interlocutores adecuados para cada situación y simplificar los procesos.
La crisis de la COVID-19 ha dificultado la conexión con la gente, ha aumentado las desigualdades y ha desestabilizado instituciones claves para el mantenimiento de las sociedades. Ante esta situación, debemos reaprender a construir relaciones, pero también a tener en cuenta los problemas sociales que la pandemia puso de relieve y actuar sobre ellos con medidas de colaboración y cooperación.
La contaminación atmosférica y el transporte deben abordarse como herramientas fundamentales para construir ciudades sostenibles.

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Respuestas

Los municipios y las organizaciones de la sociedad civil han liderado ambiciosas iniciativas. En Líbano se han creado consejos locales de alimentación para conectar los espacios urbanos y rurales.
En Francia, un grupo de territorios se ha comprometido a alcanzar un nivel de desempleo cero a largo plazo.
También se han puesto en marcha iniciativas procedentes de los gobiernos locales, como la promoción de la renta universal, la propuesta de líneas de emergencia que protegen a las víctimas de violencia de sus agresores y políticas destinadas a fomentar una mayor igualdad.
En algunos contextos, los actores locales buscan crear ecosistemas locales que conecten a personas de diferentes orígenes, con diferentes objetivos para crear una sociedad harmoniosa y cohesionada.
Abordar conjuntamente la contaminación atmosférica y el cambio climático proporciona más beneficios que tratar de resolver estas cuestiones por separado. En este sentido, los enfoques transversales han demostrado ser más interesantes y sostenibles tanto económica como humanamente.
Vancouver puso en marcha un mapa de espacios verdes en la ciudad para que cada habitante tuviera acceso a espacios verdes a menos de diez minutos a pie de su casa. El estudio puso de manifiesto que los más ricos ya tienen acceso a espacios verdes privados, por lo que no se gastarán recursos de espacios verdes públicos en estas zonas. En consecuencia, la ciudad decidió dar prioridad a los espacios verdes en las zonas más pobres de la ciudad.

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Hacia el Pacto

El intercambio de prácticas e información es un primer paso para pasar a una acción colectiva más consolidada y desarrollar estrategias conjuntas para influir en los procesos globales dentro de la ONU y fuera de ella, incluyendo el desarrollo de valientes nuevas narrativas basadas en el potencial transformador de los Derechos Humanos.
Para poner en práctica marcos y estrategias transformadoras, los grupos de la sociedad civil y los gobiernos locales y regionales deben cooperar. Los medios de comunicación y los analistas presentaron la pandemia como una crisis sanitaria, pero los participantes destacaron la necesidad de afrontar una crisis de los cuidados de forma concertada.
Las narrativas basadas únicamente en el crecimiento son un obstáculo para el alivio y la reducción de la pobreza. Por eso, en lugar de promover soluciones convencionales, los gobiernos deberían buscar formas de desarrollo más inclusivas, equitativas y ambientalmente sostenibles.
Hay que pasar de los enfoques estatales a consorcios multilaterales que propongan medidas transversales que incluyan a los actores de la sociedad civil.

Recursos

Segundo diálogo entre Sociedad Civil, Gobiernos Locales y Relatores Especiales de la ONU

For further information on the topic of Public Service Delivery and its impact on cities and regions, please refer to the related resources included below.